En la depuradora de Kressbronn se emplean numerosas bombas de diferentes características para el transporte de los medios líquidos por las distintas áreas de la propia instalación. En el caso de una parada imprevista de estas bombas, los efectos pueden afectar a toda la instalación de tratamiento de residuos urbanos o incluso llegar a paralizarla por completo.
En las bombas de líquido, se pueden formar burbujas de vapor si la diferencia de presión entre el lado de entrada y el de salida es demasiado elevada. Este fenómeno se conoce como cavitación. A continuación, estas burbujas llenas de vapor colapsarán súbitamente debido a la alta presión. Las implosiones causadas por este colapso producen continuamente daños en la bomba y su carcasa desde el interior. Los daños más graves pueden llegar a detener el funcionamiento de la bomba. En el peor de los casos, puede ser necesaria una costosa reparación o incluso la sustitución de la bomba.
Las bombas de descarga y de lodos frescos de la depuradora no estaban sometidas a una supervisión continua. Los daños en los cojinetes de las bombas o una posible cavitación no se identificaban hasta que se producían ruidos anormales durante el funcionamiento. En el peor de los casos, esto provocaba una parada inesperada, lo que podía afectar significativamente al funcionamiento de la depuradora y dar lugar a reparaciones imprevistas.
Todos los cojinetes de las bombas y los motores de las bombas de la depuradora se equipan con sensores de vibración para su supervisión. En los motores también se instalan sensores de temperatura para identificar daños en el bobinado y así poder evitar a tiempo el consiguiente sobrecalentamiento.
Para una detección fiable de la cavitación, la VSE150 supervisa específicamente las frecuencias que se suelen originar en las bombas. La VSE150 también posibilita el ajuste de los valores límite, la activación de alarmas en caso de infracción de los valores límite y el análisis de una posible cavitación en la bomba correspondiente.
Todos los valores de los sensores, así como las alarmas se registran y se muestran en moneo. Ahora cada bomba cuenta en moneo con un contador propio que calcula la duración del estado de cavitación de la bomba.
Garantía de un tratamiento eficaz de las aguas residuales
Se implantó un sistema completo de supervisión de los cojinetes y motores de las bombas en la zona más crítica de esta infraestructura pública. Los daños incipientes en los cojinetes, la suciedad en las bombas, la cavitación, el funcionamiento en seco, los problemas de bobinado y la contaminación de los motores se detectan ahora a tiempo y se pueden resolver gracias a la supervisión de los valores límite.
Los municipios de Kressbronn y Langenargen, ambos a orillas del lago Constanza, explotan conjuntamente una planta depuradora en la falda del Eichert. En esta depuradora, el tratamiento de las aguas residuales se realiza en cuatro etapas: mecánica, biológica, química y con carbón activado en polvo. La cuarta etapa de depuración es especialmente importante, ya que filtra las sustancias traza (por ejemplo, restos de fármacos) de las aguas residuales. Una vez que las aguas residuales han pasado por las cuatro etapas de depuración, se vierten de nuevo al lago Constanza.