Ya sea en la automatización de fábricas, en aplicaciones con refrigerantes y lubricantes o en aplicaciones móviles: estos detectores inductivos impresionan por su polivalencia y durabilidad en combinación con un alto rendimiento, estabilidad de temperatura y grado de protección.
Además, combinan un gran alcance con un montaje prácticamente enrasado. Esta combinación ofrece la mejor protección posible contra las tolerancias mecánicas. De este modo, se minimizan al máximo los daños en el detector. El montaje es extremadamente sencillo: basta con enroscar el detector hasta el final de la rosca para garantizar una colocación perfecta.