Alta fiabilidad bajo las condiciones más duras
Los detectores completamente metálicos se utilizan en aplicaciones donde se requiere una resistencia especial. Por ejemplo, para hacer frente a las demandas especiales de instalaciones industriales tales como máquinas de torneado o fresado. En estos casos, la carcasa del sensor debe resistir de forma fiable los cambios rápidos de temperatura y los fluidos agresivos como lubricantes y refrigerantes. El robusto diseño en acero inoxidable ofrece además una protección óptima frente a piezas agresivas en el mecanizado con arranque de viruta. En el sector del acero o del automóvil, en cambio, las proyecciones de soldadura desgastan la carcasa del sensor. Para estos casos, la versión con revestimiento antiadherente, en combinación con la superficie activa resistente a golpes, es la solución ideal para garantizar un funcionamiento seguro. El diseño compacto y de corta longitud permite además una utilización en aplicaciones con espacio reducido.