Sensor de presión PI para aplicaciones asépticas

¿Qué ventajas ofrece el nuevo sensor de presión PI?

Célula de medición cerámica con función de diagnóstico para una seguridad máxima
La célula cerámica sin espacios muertos ofrece una gran resistencia y estabilidad a largo plazo, incluso con picos de presión, sobrecargas y fluidos abrasivos. El estado de la célula de medición se controla permanentemente mediante la función de diagnóstico integrada, lo que ofrece la máxima seguridad y genera confianza.

Toma de venteo optimizada
A diferencia de los anteriores sensores de la gama PI, la toma de venteo se ha optimizado. Esto evita que la humedad se deposite en la membrana Gore-Tex si el sensor se monta con la pantalla hacia arriba o hacia abajo.

Conexión de proceso rasante
La célula de medición permite un montaje enrasado, evitando así la acumulación de residuos. Solo los materiales que cumplen con los requisitos para el uso en aplicaciones asépticas entran en contacto con el fluido.

Carcasa de acero inoxidable soldada y de una sola pieza con IP69K
Gracias a la carcasa de acero inoxidable completamente soldada y al grado de protección IP69K, el sensor no solo resiste de forma permanente los entornos más duros, sino que también cumple todos los requisitos de la industria alimentaria.

Resiste, mide y compensa temperaturas del fluido de hasta 150 °C
El sensor soporta permanentemente temperaturas del fluido de hasta 150 °C, pudiendo además medirlas y emitirlas cíclicamente a través de IO-Link. El sensor también dispone de un sistema integrado de compensación de temperatura, que contrarresta rápidamente los saltos dinámicos de temperatura en el proceso.
Con los sensores de presión convencionales, las fluctuaciones de temperatura hacen que los valores de medición solo se aproximen lentamente al valor de presión real. Esto conlleva un gasto de tiempo valioso durante los cambios de formulación o los procesos de limpieza.

Los sensores de presión de la gama PI1 son ideales para la medición de presión en tanques y tuberías en la producción alimentaria, por ejemplo, en lecherías, cervecerías y muchas otras aplicaciones en las que se utilizan líquidos.

Supervisión precisa de nivel en tanques

Duras condiciones ambientales: limpieza con cabezal de chorro

Supervisión del nivel de fluidos espumosos

La determinación del nivel de llenado en tanques con fluidos espumosos es una aplicación de gran complejidad. La mayoría de las mediciones desde arriba dependen de la estabilidad de la superficie del fluido para lograr un resultado fiable. Además, la espuma puede afectar a la intensidad de la señal o provocar mediciones inexactas.
En este tipo de aplicaciones es posible una detección óptima de la presión hidrostática, dado que la espuma del fluido influye poco o nada en la medición del nivel correspondiente. De este modo se evitan mediciones erróneas y pérdidas de señal; además, aumenta el rendimiento y la disponibilidad de la máquina.

Supervisión de la presión en conductos con picos de presión

Un cliente de ifm de la industria alimentaria utiliza el PI1 para la supervisión de la presión en conductos. En este caso, el sensor convence por su alta resolución y la clara visualización de los valores del proceso a través de la pantalla.
Otra ventaja es la célula de medición cerámica utilizada, pues soporta fácilmente los picos de presión. Gracias a la célula de medición también se descarta una posible contaminación del producto como consecuencia de una fuga del líquido de la membrana.

Supervisión de la presión en tanques de fermentación

Los procesos que tienen lugar en tanques de fermentación tienden a dejar residuos. Para eliminar estos residuos, además de los procesos CIP convencionales, se utilizan a menudo cabezales de chorro para la limpieza a alta presión del interior del tanque.

El sensor de presión de la gama PI1 puede soportar el chorro directo de alta presión de las boquillas de chorro y los cabezales de pulverización gracias a su célula de medición cerámica-capacitiva. Esta célula es mucho más resistente y estable que las membranas metálicas convencionales, que pueden deformarse fácilmente y sufrir frecuentes daños en este tipo de aplicaciones.

Agilizar el inicio de la producción hasta en 60 segundos

En la industria láctea y de bebidas, la disponibilidad de las instalaciones es un factor decisivo para la eficiencia. Tras la limpieza CIP (limpieza in situ), los sensores de presión convencionales suelen tener desviaciones del valor medido de hasta 90 segundos debido a los saltos dinámicos de temperatura. Como consecuencia, se pierde un valioso tiempo de producción.

En cambio, el sensor de presión tipo PI con compensación de temperatura integrada proporciona valores de presión estables y precisos en solo 30 segundos, incluso más rápido que los sensores con sello de diafragma. Esto significa que la producción puede reanudarse hasta 60 segundos más rápido después de la limpieza. De este modo se consigue un aumento significativo de la disponibilidad y la eficiencia de las instalaciones, especialmente con ciclos de limpieza frecuentes.