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La célula de medición cerámica capacitiva está compuesta por una base, dos capas de condensador, una soldadura de vidrio y una membrana.
Las capas de condensador en la base y la membrana son comparables a un condensador de placas y forman un condensador de medición y referencia. Cuando se aplica presión, la distancia entre la membrana y la base cambia y, por tanto, la capacitancia entre los electrodos. Este cambio en la capacitancia se evalúa y, a continuación, se procesa en una señal estándar.
En esta célula de medición, las galgas extensiométricas en forma de resistencia están alojadas en la parte posterior de la membrana de acero inoxidable y se conectan mediante un puente de Wheatstone. Para ello se utiliza la tecnología de película gruesa o de película fina. Si se aplica presión a la célula de medición, la membrana se deforma. Esto hace que la señal de salida del circuito del puente cambie proporcionalmente, lo que es detectado por la electrónica y convertido en una señal de salida estándar.
Esta célula de medición utiliza el efecto piezoresistivo. El efecto piezoresistivo describe el cambio de resistencia eléctrica de un material debido a la presión o la tensión. Este cambio de resistencia es detectado por un circuito de puente y convertido en una señal de salida estándar. La célula de medición de silicio piezoresistiva está alojada en una placa de circuito impreso con un revestimiento que proporciona una resistencia universal al fluido (aire contaminado, aceite, agua, refrigerantes, etc.).