Los sensores ultrasónicos de ifm de tipo M30 se caracterizan por su alcance de hasta 8 metros. Por ello, estos equipos son idóneos para la detección de objetos a grandes distancias o para la supervisión continua de niveles de, por ejemplo, materiales a granel o líquidos. Gracias a IO-Link, el ancho del haz de sonido se puede ajustar individualmente y adaptar a la aplicación. Esto evita reflexiones no deseadas en el interior del tanque.