• Productos
  • Industrias
  • IIoT y soluciones
  • Servicios
  • Empresa

Fluidos a base de agua

Las propiedades térmicas adecuadas del agua permiten que el principio de medición calorimétrico muestre sus puntos fuertes y determine de forma fiable la velocidad de caudal.
Sin embargo, las turbulencias del fluido y las variaciones de la velocidad del caudal producidas en estas aplicaciones pueden influir en los resultados de la medición. También es posible que se formen sedimentos o biopelículas, lo que perjudicaría la conductividad térmica.

Glicoles y aceites

La conductividad térmica de las películas protectoras de glicol y los aceites es inferior a la del agua. La composición exacta de cada fluido influye en estas propiedades físicas, por lo que se debe usar una curva de fluidos específica para el fluido correspondiente. Además, la viscosidad de los aceites varía con la temperatura, lo que puede causar una estratificación térmica dentro de las tuberías. Esto se debe tener en cuenta durante la medición y el montaje.

Fluidos gaseosos

El aire posee una conductividad térmica muy baja en comparación con los fluidos líquidos, por lo que requiere un tramo de estabilización comparativamente mayor en caso de turbulencias. En consecuencia, las rápidas fluctuaciones de temperatura y la estratificación térmica tienen una fuerte influencia en la señal de medición. El aire es un medio compresible, lo que significa que la presión afecta a su densidad, la cual, a su vez, determina la conductividad térmica del fluido. El principio térmico del caudal mide la velocidad del caudal (m/s) sin ninguna conversión a condiciones estándar (Nl/min). Además, los depósitos como el hollín y el condensado en la punta de medición pueden perjudicar la medición.